domingo, 29 de junio de 2008

La resaca

Dicen que después de algo intenso viene la resaca
Dicen que el corazón se siente vacío
Dicen que después de un exceso de emociones,
Viene la reseca
Dicen que se siente pesada
Dicen que a veces uno ni fuerza tiene para caminar
Dicen que después de estar ocupado hondamente en algo o en alguien,
Viene la resaca
Dicen que a algunos les da por comer
Dicen que otros lloran todas las noches
Dicen que después del amor,
Viene la resaca
Dicen que la resaca ataca especialmente a los seres sensibles
Dicen que la padecen más fuerte las almas entregadas
Dicen que los cobardes nunca han padecido una
Dicen que lo común entre una gran pena y una gran alegría
es que después de sentirlas,
Viene la resaca.
¿Y alguien me puede decir qué viene después de la resaca?

En plena resaca me llegó un regalito,
una selección de poemas de Gonzalo Rojas (¡GRACIAS!).
Les dejo uno de ellos.

LOS DÍAS VAN TAN RÁPIDOS

Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure
en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.
Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura
donde termina el hueso, me voy a mi semilla,
porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía.
Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado en este juego delirante,
pero el espejo cruel te lo descifra un día
y palideces y haces como que no lo crees,
como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo allá
en el fondo.
Si eres mujer te pones la máscara más bella
para engañarte, si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:
así es que lo mejor es ver claro el peligro.
Estemos preparados. Quedémonos desnudos
con lo que somos, pero quememos, no pudramos
lo que somos. Ardamos. Respiremos
sin miedo. Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo ahora, y en la última hora.

viernes, 20 de junio de 2008

Rezago de amor


No es el nuevo corte de pelo ni tu figura más delgada
Tampoco el detalle del aro ni el misterio de los guantes
Ni siquiera son tus formas ni tus letras.

Es el cómo te vistes por dentro
Cómo sonríes, cómo miras cuando miras, cómo me iluminas.

Es ese atuendo interior que me deja una estela
mezcla de amor y desamor.
Es un algo inmaterial que lo llena todo (y a ratos nada) y me recorre por dentro
Es lo tuyo que se queda en mí y lo mío que palpo en ti.

Porque nosotras sentimos tan distinto de ellos (¿cierto Nat?)
quise leer escritos de poetisas,
y me encontré con Gioconda Belli.
Se las comparto.
Como Tinaja
En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

Como Gata Boca Arriba
Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)

Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.

No me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo,
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.

Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te
quiero como gata, mi amor,
como gata, Gioconda,
como mujer,
te quiero.

Cómo Pesa el Amor
Noche cerrada
ciega en el tiempo
verde como luna
apenas clara entre las luciérnagas.

Sigo la huella de mis pasos,
el doloroso retorno a la sonrisa,
me invento en la cumbre adivinada
entre árboles retorcidos.

Sé que algún día
se alzarán de nuevo
las yemas recién nacidas
de mi rojo corazón,
entonces, quizás,
oirás mi voz enceguecedora
como el canto de las sirenas;
te darás cuenta
de la soledad;
juntarás mi arcilla,
el lodo que te ofrecí,
entonces tal vez sabrás
cómo pesa el amor
endurecido.

Dios dijo
Dios dijo:
Ama a tu prójimo como a ti mismo.
En mi país
el que ama a su prójimo
se juega la vida.
Quebrá la Luna
Quebrá la luna entre tus manos,
hacela pedazos
y úntate de su polvo fino y negro.

Protejámonos de los símbolos
y de los sueños,
cubrámonos de las frustraciones
con una costra dura de realidad.

Aceptemos el día como día
y la noche como noche,
pasando por el tiempo
con la espalda recta y los ojos secos;
porque la mente no es dueña de la vida
y los deseos no son las leyes:
hay que acatar la moral y el orden,
revestirnos de una sonrisa de bolsillo,
apretarnos el corazón en un puño
y aceptar el sacrificio.

Sencillos Deseos
Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en el pelo
y quisiera besos en la espalda
acurrucos
que me dijeras las mas grandes verdades
o las mas grandes mentiras
que me dijeras por ejemplo
que soy la mujer mas linda del mundo
que me querés mucho
cosas así
tan sencillas
tan repetidas,
que me delinearas el rostro
y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera dependiera de que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas quiero como que andes mi cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Cosas quiero como una gran ola de ternura
deshaciéndome
un ruido de caracol
un cardumen de peces en la boca
algo de eso
frágil y desnudo
como una flor a punto de entregarse a la primera luz de la mañana
o simplemente una semilla, un árbol
un poco de hierba
una caricia que me haga olvidar
el paso del tiempo
la guerra
los peligros de la muerte.

En la Doliente Soledad del Domingo
Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sabanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos,
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.

Llueve copiosamente
sobre mi cara
y solo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.
Y Dios me Hizo Mujer
Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.
*La foto es la portada del último libro de Giconda Belli, "El infinito en la palma de la mano".

miércoles, 11 de junio de 2008

Soledad sin pausa

A ratos la soledad me hace ruido.
Estar en este departamento inmenso
y vacío de cariños me hace caer.
Poco ayudan mis libros, el teatro, el cine, la danza, los amigos
Este juego perverso de meses está siendo erosivo para mi alma

Estaba aprendiendo bien de mi soledad.
Me estaba llevando bien conmigo misma
Estaba asumiendo y disfrutando el estar sola
Mi soledad se hacía armoniosa,
tomaba un compás que la volvía exquisita.

¿Para que me elevas si después me dejas caer?
¿Para que me quieres si en realidad no me quieres?
¿Para qué apareces luminoso si luego me dejas ciega de ti?

Y, en el dolor del cariño, decidí cerrar tiempos y espacios
Y así no caer en la tentación de
falsos despegues,
ambiguos cariños
y brillos que no son de oro.
Vuelvo a mi soledad para recuperar la armonía.
Vuelvo a la soledad para impregnarme de ella
y no ser vulnerable a mezquinas compañías.

Ventanas de soledades

(…) Soy yo Altazor el doble de mí mismo
El que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente
El que cayó de las alturas de su estrella
Y viajó veinticinco años
Colgado al paracaídas de sus propios prejuicios
Soy yo Altazor el del ansia infinita
Del hambre eterno y descorazonado
Carne labrada por arados de angustia
¿Cómo podrá dormir mientras haya adentro tierras desconocidas?
Problemas
Misterios que se cuelgan a mi pecho
Estoy solo
La distancia que va de cuerpo a cuerpo
Es tan grande como la que hay de alma a alma
Solo
Solo
Solo
Estoy solo parado en la punta del año que agoniza
El universo se rompe en olas a mis pies
Los planetas giran en torno a mi cabeza
Y me despeinan al pasar con el viento que desplazan
Sin dar una respuesta que llene los abismos
Ni sentir este anhelo fabuloso que busca en la fauna del cielo
Un ser materno donde se duerma el corazón
Un lecho a la sombra del torbellino de enigmas
Una mano que acaricie los latidos de la fiebre.
Dios diluido en la nada y el todo
Dios todo y nada
Dios en las palabras y en los gestos
Dios mental
Dios aliento
Dios joven Dios viejo
Dios pútrido
lejano y cerca
Dios amasado a mi congoja (…)
Altazor (fragmento), Vicente Huidobro


"La soledad sin pausa de la que otros beben
a la hora del cocktail
no es mi vaso es mi tumba, me la llevo a los labios,
braceo en ella hasta perderme de vista
entre su oleaje morbido.
La soledad no es mi canario es mi monstruo
como si cohabitara con un asilo de locos".
Seis Soledades (fragmento), Enrique Lihn.

domingo, 1 de junio de 2008

De sueños y de magia

Y no pude volver a soñar
Hubo un tiempito en el que debía suceder
Pero no ocurrió, simplemente el sueño no llegó.

Esperé por si lo hacía
Me pestañeó por un lado
Me bostezó por el frente
Me susurró al oído
Hasta pude oler su encanto
Mas, Morfeo no quiso inducir
el sueño por mí añorado.

Y, mientras asumía la nueva realidad
Sin mi sueño adorado,
Por la esquina se me apareció la magia.
Magia de una noche
Y perteneciente a una melodía.
Melodía con cuerpo de mago
Que a mis oídos encantó,
Escuchar a Teillier en su voz
La ilusión perfecta hecha realidad
una noche de otoño.
Sentado a mi lado el mago me devolvió la fe
¿Qué más puedo decir?
Claro, que la magia existe, se los aseguro.


Les comparto a Jorge Teillier (en la del voz del mago)

BOTELLA AL MAR

Y tú quieres oír, tú quieres entender. Y yo
te digo: olvida lo que oyes, lees o escribes.
Lo que escribo es para ti, ni para mí, ni
para los iniciados. Es para la niña que nadie
saca a bailar, es para los hermanos que
afrontan la borrachera y a quienes desdeñan
los que se creen santos, profetas o poderosos.