sábado, 26 de julio de 2008

eNada

Enferma, apenada, llorosa
Vivo
Impaciente, ansiosa, apurada
Vivo
Sola, perdida, apretada
Respiro
Nublada, enojada, enrabiada
Persisto
Desterrada, exiliada, apartada
Muero
Tranquila, serena, decantada
Revivo
Porfiada, resignada, osada
Revivo
Revestida, oculta, confusa
Revivo
Reinventada, desclavada, liberada
Vivo
Encontrada, querida, mimada
Respiro
Cuidada, valorada, amada
Sonrío


Les comparto algo de Pena de Vida, el recién publicado libro de Óscar Hahn,

Camino de imperfección

He sido el rey de los “qué cerca estuve”
el emperador de los “casi”
el coitus interruptus
el poseedor de todos
los números ganadores
menos uno
el círculo incompleto
que no se cerrará ni siquiera
cuando exhale mi último suspiro
He vivido una vida imperfecta
y mi muerte será
la suprema imperfección


Por aquí no pasa nadie
Por aquí no pasa nadie

A veces pasa en silencio
la sombra de un animal
de ojos tristes

Y algunas noches de invierno
pasa un árbol extraviado
sin raíces


Por aquí no pasa nadie
Pasa lo que no te he dicho

Y lo que quise decirte
un día pasó al olvido

Por aquí no pasa nadie
Ni los otros ni yo mismo


Así mi corazón
Como agua
que busca un vaso
para dar de beber
y no lo encuentra

Como un vaso
que busca una boca
a quien dar de beber
y no la encuentra

Así mi corazón
boca y agua
agua y vaso
para dar de beber

y no te encuentra


Estrella fugaz
Sin el Dios del amor
sin el amor a Dios
así pasan los años

Así pasa volando
la vanagloria
de mi mundo

Mientras tanto el tiempo
ese gran genocida
afila sus guadañas

Y en lo más hondo
de mi corazón
los dioses brillan
por su ausencia

martes, 15 de julio de 2008

La pausa y el silencio

Como una pausa de resaca,
donde el día es sólo víspera
de otra noche para la quema,
un sexto sentido nos excluye.

Femenino el sabor de la indolencia.
(Ricardo Hernández Bravo)

En días de invierno
la pausa y el silencio son mi compañía.

La pausa es la ausencia de palabra, mas no de acción.
El silencio es la ausencia de palabra y de acción.

Los domingo son de silencio,
los sábado son de silencio,
los viernes se apagan en silencio,
de lunes a jueves son de pausa.

El viernes es la puerta de entrada al silencio
a veces me escabullo para no entrar,
pero la luna se encarga de que lo haga.
Por eso, hay viernes, en los que evito mirar al cielo,
en una de esas la maldita se olvida de mí.

A veces el silencio del sábado es roto por un acto de adopción,
sonrisas sinceras y reales
en una copa de vino acompañado de kubbe y falafel
me son compartidas.
Son almas rellenas de esperanza de una vida juntos
que aquí, o más al sur, será real.

A ratos el silencio del domingo es roto por un acto de adopción,
abrazos cariñosos y compasivos
en un pan recién horneado me son dados.
Son corazones honestos en espera de un futuro prometedor
que carne y hueso se hará con la primavera.

Un mínimo de soledad para el silencio y la pausa.
Soledad, pausa, silencio para mirar hacia adentro.
Soledad, pausa, silencio para dar un paso adelante.
Soledad, pausa, silencio pero con ratos de cariño.
Gracias a los que me adoptan en sábado y en domingo,
porque me dan cariño en la soledad de
la pausa y el silencio.

A propósito de silencio y de pausa,
les dejo el Silencio de Pablo Neruda y
La Pausa de Mario Benedetti


Silencio
Yo que crecí dentro de un árbol
tendría mucho que decir,
pero aprendí tanto silencio
que tengo mucho que callar
y eso se conoce creciendo
sin otro goce que crecer,
sin más pasión que la substancia,
sin más acción que la inocencia,
y por dentro el tiempo dorado
hasta que la altura lo llama
para convertirlo en naranja.

Pausa
De vez en cuando hay que hacer
una pausa
Contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
Examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.